Pasamos una gran parte de nuestro tiempo trabajando en la oficina y es importante que nuestro espacio de trabajo esté limpio y ordenado para que podamos estar a gusto en él. Además, una oficina con buen aspecto ofrece, sin duda, una mejor imagen a nuestros clientes o proveedores cuando se acercan a alguna reunión o visita.
Pero lo cierto es que, en la mayoría de ocasiones, no basta solo con barrer el suelo o quitar el polvo de nuestra mesa de manera superficial. Hay muchos espacios que olvidamos en el día a día y que debemos limpiar para que la armonía de la oficina sea la adecuada.
En B-Libe somos expertos en la limpieza de oficinas y espacios de trabajo. Por eso, en el post de hoy te vamos a dar 5 claves para limpiar una oficina de manera adecuada.
1. Despeja todo lo que haya encima de la mesa
Para que la oficina tenga un aspecto limpio y ordenado, es necesario hacer limpieza periódica de papeles y trastos que acumulamos y que por las prisas del día a día no llegamos a despejar. Esto es necesario que lo hagan los empleados que son quienes conocen lo que debe tirarse y lo que no. Para ello, fijar un día en el que la carga de trabajo sea menor para hacerlo puede ser una buena idea que además ayudará en la limpieza general del espacio.
2. Limpieza de los dispositivos electrónicos
Una vez los escritorios estén despejados, lo ideal es empezar por los ordenadores y teclados. Este es uno de los pasos más importantes ya que estos dispositivos son un foco de bacterias por el uso constante que hacemos de ellos. Para quitar el polvo, lo ideal es usar una bayeta de microfibra húmeda. Es importante no humedecer directamente el equipo porque se puede dañar.
3. Los muebles de la oficina: dime de qué material estás hecho y te diré cómo limpiarte
Antes de empezar con los muebles es necesario conocer de qué materiales están hechos para utilizar los productos adecuados en su limpieza Por lo general, la mayoría de estos muebles se pueden limpiar con una bayeta de microfibra húmeda acompañada de un detergente neutro que valga para este tipo de superficies. No es recomendable usar sprays o siliconas cuando sean de madera para que no pierdan su aspecto original.
4. Mención especial a las sillas
Cuando decimos muebles hay que hacer una mención especial a las sillas que, en el caso de las oficinas, suelen ser de tela. En este tipo de tejidos es habitual que se acumule el polvo, por ello es recomendable aspirarlas de manera habitual y evitar así que tengan polvo. A largo plazo facilita la limpieza porque evita que se acumule la suciedad.
5. Trata el suelo correctamente
Por último, deberemos limpiar el suelo de la oficina. En este caso, igual que con los muebles, es necesario fijarse en el material del que está hecho porque de ello dependerá los productos que se usen, ya que no es lo mismo limpiar parqué que limpiar tarima o terrazo. Para la limpieza del suelo es recomendable utilizar una mopa, pues atrapa mejor el polvo y evita que se quede en las grietas del suelo.